Actualidad – Local
La Diputación de València aprueba la Cuenta General de 2020 y critica la burocracia que ralentiza las inversiones
- El presidente Gaspar insta a diputados y diputadas a “pasar de pantalla” y no ensuciar el debate de la ejecución presupuestaria, que además de responsables políticos depende de funcionarios y leyes
- El máximo responsable provincial pide bajar el nivel de crispación y evitar la hipocresía para centrarse en ayudar de forma ágil y efectiva a los municipios valencianos, por encima de colores políticos
La Diputación de València ha aprobado este jueves (30 de septiembre), en el pleno de setiembre, la Cuenta General de 2020 tras un intenso debate entre el responsable de Hacienda, Vicent Mascarell, y los portavoces de la oposición, incluido el diputado no adscrito, en torno a la ejecución presupuestaria del anterior ejercicio, que se sitúa en el 67,61%. A todos ellos ha llamado a la reflexión el presidente de la corporación, Toni Gaspar, quien ha instado a diputadas y diputados a “pasar de pantalla” y no ensuciar el debate sobre un asunto que “además de los responsables políticos depende de funcionarios y leyes, de una burocracia que ralentiza los procesos administrativos”.
La simplificación de estos trámites es uno de los retos del presidente Gaspar, que desde su investidura estableció como prioritaria la reducción de la burocracia para ser más eficaces en la gestión del día a día de la institución. Por este motivo, el máximo responsable provincial ha pedido directamente al resto de representantes de la Diputación “desechar la hipocresía en este asunto y bajar el nivel de enfrentamiento porque todos sabemos que la implicación máxima de alcaldes, alcaldesas y concejales, sea cual sea su color político, no es suficiente para conseguir el cien por cien de la ejecución presupuestaria en las instituciones”.
En este sentido, y en paralelo al trabajo que desempeña el equipo de gobierno junto a las distintas áreas para tratar de reducir la burocracia en la Diputación de València, Gaspar insta a los distintos grupos a “evitar un debate ridículo propio del siglo XIX, como lo son las visitas de responsables políticos a los pueblos en plan Bienvenido Míster Marshall, y centrarnos en coordinar las ayudas a los municipios como se está haciendo, por encima de siglas y partidos y priorizando la atención a los que más nos necesitan, que son las localidades de menos de 20.000 habitantes”. “Por encima de focos mediáticos y carteles de la Diputación en los pueblos, me interesa que llegue el dinero donde tiene que llegar y que lo haga de la forma más rápida y efectiva para resolver los problemas de los ayuntamientos, instituciones cercanas que se entienden con la gente”, ha añadido el presidente.